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miércoles, 18 de julio de 2012

1872: MURIÓ Benito Juárez, político mexicano, presidente entre 1861 y 1863 y entre 1867 y 1872.

                      UN DÍA COMO HOY 18 DE JULIO MURIÓ


 


1872: Benito Juárez, político mexicano, presidente entre 1861 y 1863 y entre 1867 y 1872. (Benito Pablo Juárez García (San Pablo Guelatao, Oaxaca, 21 de marzo de 1806 – Ciudad de México,18 de julio de 1872) fue un abogado y político mexicano, de origen indígena zapoteca, Presidente de México en varias ocasiones del 18 de diciembre de 1857 al 18 de julio de 1872. Se le conoce como el "Benemérito de las Américas". Benito Juárez es célebre por su frase "Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz." Benito Juárez vivió una de las épocas más importantes de México, considerada por muchos historiadores como la consolidación de la nación como República. Juárez marcó un parteaguas en la historia nacional, siendo protagonista de primer nivel de esta época. Su biografía durante los años que ocupó la presidencia es casi en su totalidad también la historia de México.)






Una tarde visitó junto con varias de sus hijas la tumba de Margarita. Les platicó una anécdota de la tarde que en llegó Mr. Siward con el grupo de empresarios norteamericanos. No se le acomodaba el cabello y le pidió a Margarita limón que era lo único que se lo controlaba. Margarita se lo puso y lo peinó. Luego le hizo el nudo de la corbata pues Juárez estaba nervioso y no le salía. Margarita le dijo "¡Que inútil eres!". Juárez les dijo a sus hijas que ella tenía razón, ¡Sin Margarita se sentía un inútil! En ese mismo lugar Juárez tuvo un mareo que lo hizo sentarse debido a un dolor en el pecho.






Juárez tuvo otro episodio de dolor en el pecho que le hizo doblegarse mientras Balandrano le leía las noticias importantes. Balandrano era un periodista amigo de Benito, secretario particular de él y director del diario oficial. El 17 de julio de 1872 por la tarde Juárez decide no dar su acostumbrado paseo de su carruaje y le pide a su yerno Santacilia que lo acompañe para luego ir al teatro con su hermana Manuela y así contarle la función. Juárez dormía en su alcoba de Palacio Nacional acompañado de su hijo menor Benito. Esa noche leyó un libro en francés, en la página 232 que describía la entrada del Emperador Trajano a Roma y el inicio de su gobierno de 20 años, Juárez dejó un pequeño papel con el texto: "Cuando la sociedad está amenazada por la guerra; la dictadura o la centralización del poder pueden ser un remedio para aquellos que atentan contra las instituciones, la libertad o la paz". Esa noche sólo tomó un atole, tuvo náuseas que no lo dejaron dormir, por lo que despertó a su hijo Benito. El 18 de julio a las 9:00 tuvo que llamar a su médico Ignacio Alvarado el cuál llegó cerca de las 10:00. A las 11:00 tuvo calambres muy dolorosos que lo llevaron forzosamente a la cama. Tenía el pulso bajo y sus latidos débiles. El tratamiento aplicado (típico de la época) fue arrojarle agua hirviendo en el pecho, cosa que se le hizo luego de colocarle la olla hirviendo en el pecho. Con tal remedio, Juárez reaccionó. La familia pasó al comedor y se quedó en la recámara con el médico. Benito platicó al médico historias de su niñez. Le contó que el Padre Salvanueva era el hombre más bondadoso que él conoció. Ante la pregunta al médico de si lo suyo era mortal, el médico Alvarado le dijo: "Sr. Presidente: ¡Como lo siento!". Juárez siguió mal. Su familia estaba reunida, hijas, hijo, yernos y amigos. También diversos amigos y políticos fueron llegando a la sala. Juárez tuvo la insistencia de los ministros de relaciones exteriores José María Lafragua y el ministro de la Guerra Gral. Alatorre, en esa tarde ambos pidieron ver al presidente para recibir instrucciones. Juárez en ambos casos tuvo que vestirse y hablar con ellos, escucharlos y darles instrucciones. Los médicos mexicanos más prestigiados de entonces acudieron a Palacio Nacional: Gabino Barreda y Rafael Lucio pero nada pudieron hacer. Juárez se tendió de lado izquierdo poniendo una mano bajo su cabeza. Muy fatigado, con evidente falta de oxígeno sonrió e inmediatamente murió. Eran las 23.35 del 18 de julio de 1872 cuando los tres médicos reunidos declararon muerto al presidente. Sus hijas gritaban de dolor: "¡papá! ¡papá no te vayas!". La causa fue angina de pecho. En la actualidad, una placa en el lugar de su muerte da cuenta de ello. Juárez duró en el cargo de presidente catorce años. Hubo un mes de solemnidades en todo el país en su honor.


martes, 19 de junio de 2012

1867: en Querétaro (México) el emperador Maximiliano I es fusilado.

                          UN DÍA COMO HOY 19 DE JUNIO


   


 1867: en Querétaro (México) el emperador Maximiliano I es fusilado.


 (Tras un juicio ante tribunales militares en ausencia de tiempo, celebrado en el Teatro Iturbide (después Teatro de la República (Querétaro)) por un coronel y seis capitanes, sin derecho a apelaciones y con base en un interrogatorio que en su mayor parte el emperador se negó a contestar, alegando que eran cuestiones meramente políticas, los revolucionarios lo condenaron a muerte. Fue fusilado en el Cerro de las Campanas de la ciudad de Querétaro, el 19 de junio de1867, junto con los generales conservadores Miramón y Mejía.)


 Las últimas palabras del Emperador fueron acerca de un reloj con el retrato de su esposa: "Mande este recuerdo a Europa a mi muy querida mujer, si ella vive, y dígale que mis ojos se cierran con su imagen que llevaré al más allá. Lleven esto a mi madre y díganle que mi último pensamiento ha sido para ella. El Emperador de México, segundos antes de recibir las descargas del pelotón de fusilamiento, entregó una moneda de oro a los siete soldados del pelotón. Después proclamó: "Perdono a todos y pido a todos que me perdonen y que mi sangre, que está a punto de ser vertida, se derrame para el bien de este país; voy a morir por una causa justa, la de la independencia y libertad de México. 


¡Que mi sangre selle las desgracias de mi nueva patria! ¡Viva México! Maximiliano, que había suplicado no se le lastimase la cara, separó su rubia barba con ambas manos echándola hacia los hombros, y mostró el pecho. No sucumbió en el acto, y se advirtió, porque ya caído pronunció estas palabras: Hombre, hombre. Entonces se adelantó un soldado para dispararle el golpe de gracia, con el cual exhaló el último aliento. Así concluyó el Imperio, que por el escándalo que su creación había causado al mundo, atrajo sobre México las miradas de todas las naciones. 


A la muerte de Maximiliano y de sus generales, sucedieron momentos de un silencio solemne, que sería interrumpido por las voces de mando y por los toques marciales con que las tropas regresaban a la ciudad; varias horas después, no quedaban al pie del Cerro de las Campanas más que tres cruces pequeñas, fijadas en los lugares de la ejecución, como señal de la justicia nacional.[cita requerida] Los dos generales mexicanos fueron muertos después de él gritando «Viva el emperador». Carlota de Bélgica, ya en Europa, padecío un trastorno mental y permaneció confinada, primero en el Pabellón del Jardín (el Gartenhaus) del Castillo de Miramar, luego en el Castillo de Tervuren y finalmente en el Château de Bouchout, en Meise, Bélgica, donde finalmente fallecería. 


Ella aún creía que Maximiliano seguía en México, e incluso tenía una muñeca a la que llamaba Max. Carlota murió en 1927.